La lealtad es un valor que lo tienen únicamente las personas honorables. El honor es la riqueza más grande que debe atesorar el ser humano y las naciones, si quieren estas últimas ser auténticamente soberanas.

Mantener la dignidad de la Casa de Gobierno es tarea de hombres honorables. Esta tarea ha sido cumplida con brillantez, por más de cincuenta años, por los Granaderos de Tarqui, hombres que, por su valor, lealtad y honor, resumen en sí las cualidades del soldado ecuatoriano.

“Lealtad hasta el sacrificio” es el lema del Grupo Escolta Presidencial. La sola mención de este lema brinda seguridad y confianza a los habitantes del Palacio de Carondelet. Más aún, por qué no decirlo, en base al coraje, disciplina y honradez que lo caracterizan a este grupo de hombres contribuye a fortalecer la democracia.

En América Latina en el año de 1812, el Libertador Simón Bolívar conformó el Ejército Patriota con un gran número de soldados a caballo, organizando grandes Escuadrones de Caballería, destacándose entre otros Husares, Itsmo, Cazadores y Granaderos.

Estos singulares soldados acompañaban al Mariscal Antonio José de Sucre, en la lucha por la libertad. En estas gestas se destacó el trabajo realizado por el Escuadrón de Granaderos a los que se les llamó posteriormente Granaderos de Tarqui: soldados a caballo que vestían un traje muy llamativo, con los colores azul, rojo y blanco.

Este grupo de hombres, fueron el inicio de una ideología de valientes a quienes se les inculcó el coraje, la marcialidad, la honradez, el espíritu de cuerpo, la lealtad, con el único fin de triunfar, como lo demostraron en Tarqui; posteriormente los Granaderos de Tarqui, quedaron vigentes como ejemplo de valentía y obediencia profesional. Formaron desde entonces la guardia y el Ejército Patriota de la Presidencia de Simón Bolívar durante un período de ocho años en que el Libertador se mantuvo en ese cargo.

Sabía el General Simón Bolívar que la grandiosa empresa de la libertad de América requería soldados apasionados por la Patria y el deber, seleccionados y disciplinados austeramente, orgullosos de su Regimiento, conscientes de su propio valor, poseedores de un alto sentido de la responsabilidad y de la dignidad humana. Soldados tales que constituyeran ejemplo sobre el cual moldear el tipo de un Ejército capaz de acometer los mayores esfuerzos.

Texto que represente el pensamiento del comandante sobre los valores y espíritu de la unidad